Febrero trae consigo un despliegue de colores, alegría y una gran industria que se mueve alrededor de los carnavales. El más afamado del país es el de La Vega, que concentra cada fin de semana del mes a miles de personas.
Lion Acosta, un aficionado del desfile carnavalesco en la ciudad de La Vega, perdió la visión y su capacidad motora, producto de complicaciones de la diabetes. En su silla de ruedas, Acosta desfiló con su traje de Diablo Cojuelo en la primera edición del Carnaval Vegano 2019.
Los niños se integran activamente a este evento. En todas las comparsas hay niños enmascarados quienes se integran desde temprano a la tradición.
Los disfraces de éste Carnaval, tienen características que lo diferencian de los demás, las caretas son muy elaboradas y en algunos casos tienen mandíbulas móviles, el pantalón es ancho y ajustado, camisa ancha con mangas largas, ajustada a cintura y en la muñeca. Los organizadores dijeron que se implementan nuevas caretas confeccionadas con maquinarias computarizadas.
La dirección del Museo del Carnaval Vegano inauguró una exposición fotográfica en honor al grupo carnavalesco los Papeluses.
En el Museo hay historias que contar, no solamente del carnaval vegano, sino también de todas las manifestaciones de los carnavales de Cabral, Barahona, Monte Cristi, Santiago, San Juan de la Maguana y el Distrito Nacional.