Giramos una vista hacia Río San Juan en la provincia María Trinidad Sánchez, un pueblo con riquezas naturales que lo potencian como un destino turístico de primera, pese a lo cual, empresarios y comerciantes de allí se quejan de que su desarrollo está secuestrado por las propias autoridades.
Con la paradoja de tener la tasa más alta de desempleo y los niveles más bajos de delincuencia en toda la provincia, Río San Juan, dueña de la Humedecida Laguna Gri Gri, pudiera ver en estas aguas donde confluye lo salado y lo dulce, el empuje hacia el desarrollo.
Es que toda el área circundante, a Gri Gri, cerca de 19 kms, declarada Monumento Natural por el decreto 571-09, evita que en sus alrededores, inversionistas pudiesen elevar proyectos de vocación turística, como los que han sido empuñados, pero tronchados por una ley que, con la estructura que a pocos metros eleva el Ministerio de Turismo, se contradice.
Se trata de la instalación, en el área protegida y además privada, de inspectorías de la Policía Turística, Marina, Ejército y Medio Ambiente.
En el municipio, con más de 20 mil habitantes, y dueño de una sin igual belleza natural, hay poco que ofrecer por la falta de estructuras que brinden a los visitantes las condiciones necesarias para disfrutar.
Los buhoneros de Playa Los Mino, no pueden siquiera elevar baños para los vacacionistas.
Es de las militantes de la protección, que también impide a los propietarios de residencias hacer remodelaciones, vender o comprar.
El proyecto turístico Bahía Príncipe San Juan, cierra en temporadas bajas y eso lanza a las calles a miles de trabajadores hoy desempleados en las calles desoladas de la localidad.