En mercados formales e informales de Santo Domingo se nota la ausencia de vendedores de origen haitiano.
Muchos han optado por irse voluntariamente a Haití y otros no quieren salir de sus hogares, por temor a deportaciones.
Los que aún permanecen en sus puestos se rehusaron a hablar ante las cámaras y señalar si se acogieron o no al Plan de Regularización.
La situación es confirmada por dominicanos que venden en estos lugares.