“Ay mi hijita indefensa Dios mío… mi hijita indefensa durmiendo…”, esas son las tristes palabras que acompañadas de unas lágrimas amargas dejaron expuesto el dolor que siente esta madre por la trágica pérdida de su hija, la menor de 13 años que fue violada y posteriormente asesinada por su padrastro en el sector de Villa Agrícolas.
“Quién me va a devolver mi muchachita?, se pregunta entre llantos Nairobi Marte, sin que su pregunta encuentre respuesta alguna en los que la acompañaban buscando de esa manera aligerar su carga, quedándose está en el aire.
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“Mami te voy a comprar una jeepeta, mami te voy a llevar conmigo cuando me firmen”, son parte de sus lamentaciones. Ahora en lugar de ver a su hija posiblemente triunfar en las grandes ligas, le toca despedirla viéndola tendida en un ataúd blanco en medio de la sala de su residencia, en donde son velados los restos de la adolescente que llevaba por nombre Shannel Marte Paniagua.
