Con el lanzamiento de varias bombas lacrimógenas el cuerpo militar-policial asignado al Ministerio de Obras Públicas, disperso a campesinos que reclamaban la reconstrucción de la carretera que une al Municipio de Yamasá con la comunidad de Don Juan.
El batallón integrado por hombres y mujeres jóvenes tenía la responsabilidad del orden en todo el perímetro de la institución.
Los campesinos se trasladaron desde el Municipio de Yamasá en varias guaguas hasta Obras Públicas con la intención de manifestarse de manera pacífica.
Caminaron un poco y en medio de ese proceso se escucho la palabra Falpo, lo que al parecer disloco la estabilidad emocional de los militares que lanzaron varias bombas lacrimógenas para romper la unidad del grupo.
Muchos de ellos no habían sentido nunca la afectación de los gases lacrimógenos, salieron corriendo en busca de una salida, porque el gas maltrataba sus ojos y gargantas.
Se quejaron por el recibiendo que le dieron.
Los campesinos dicen que tienen muchos años esperando de manera pacífica el mejoramiento de la carretera.