La precariedad con que opera la Defensa Civil en diferentes puntos del país, fue evidenciada cuando en la Presa de Taveras de la provincia La Vega, amigos de un hombre que desapareció en sus aguas reportaron su desaparición, sin que gestionaran su inmediata búsqueda porque los voluntarios solo tenían a mano su voluntad. 
Familiares y amigos de Anthony Hidalgo Núñez de 25 años, dijeron que al reportar su desaparición los voluntarios de la defensa civil temieron buscarle porque no eran buzos capacitados para braviar en las aguas del embalse; no tenían botes, tampoco oxígeno.
 
La situación, aseguran, ultimó las esperanzas de hallar con vida al joven que fue hallado por un buzo privado que debieron contratar para la búsqueda.
 
Bancos y asientos destartalados, dos camillas, colchones gastados por el uso y el tiempo, dos cascos protectores y un extintor, es el primitivo instrumental en que empuñan el valor para salvar vidas estos voluntarios, en cuyo local, antes del ejército, solo asoma el verde que tuvo hace decenas de años.
 
Pese a haberse recuperado el cadáver a las 2 de la tarde de este martes, no fue hasta las 7 de la noche cuando apareció una médico legista, para hacer el levantamiento.
 
En las aguas de la Presa se realizan algunos fines de semana importantes eventos de carreras y marionetas en jetskey, por lo que el director de este organismo teme que la propia asistencia y rescate se convierta para ellos en su propia fatal emergencia.
 
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