El arzobispo metropolitano de Santiago, monseñor Ramón Benito de la Rosa y Carpio, rechazó la posición que ayer adoptaron varios Senadores sobre mandar a matar a los delincuentes, en especial los sicarios, porque, a su juicio, esto constituye una violación al derecho de vivir, que lo consagra la Constitución y también las leyes de Dios.
El religioso, sin embargo, establece que se debe ser más enérgico con los que infringen la ley y apartarlos de la sociedad, pero no matando, sino llevándolos al lugar donde no hagan daño al resto de la sociedad. Dice, que antes de que se aumenten las penas, se deben aplicar las que establecen las leyes.

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