Residentes en la localidad La Ortega de Moca en la provincia Espaillat, expulsaron a los nacionales haitianos que residían allí, en tanto otros grupos salían despavoridos por temor a represalias, luego de que fue encontrado el cadáver de un menor de 17 años al que dos de esos nacionales habrían estrangulado y asesinado a palos en una localidad de La Vega.

Casuchas saqueadas, puertas destruidas y ajuares lanzados al suelo en donde quiera que habitó un haitiano, fue la reacción por la indignación tras encontrarse este miércoles el cadáver de Carlos José Núñez Ramírez de 17 años, el motoconchista que vieron por última vez la mañana del pasado lunes cuando salió a trabajar.

Nadie quiere ver un haitiano en la localidad y amenazan con linchar a cualquiera que ose regresar a la zona.

Un video de una cámara de seguridad vio quizá los que fueron los últimos momentos que vivió Carlos cuando iba en su motor, pero en medio de los dos haitianos que se presume le quitaron la vida.

Su cuerpo fue encontrado en la localidad La Torre de La Vega, mientras la policía en esa demarcación tiene bajo arresto a uno de los presuntos asesinos.

Pese a la indignación y llamado de violencia, la familia de la víctima solo exige que sean expulsados de allí los haitianos pero no incita a la violencia contra ellos.

Los propietarios de las unidades habitadas por nacionales haitianos optaron por retirar del interior las pertenencias que los deforidos dejaron abandonados, para evitar que las viviendas sean violentadas por la gente indignada.

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