No es precisamente en paz que viven los moradores del E, Santiago, donde la delincuencia, la falta de agua potable y energía eléctrica y las calles polvorientas malogran la vida de sus residentes.
A orillas de la imponente Autopista Joaquín Balaguer donde a diario transportan las riquezas que no se detienen, está el barrio La Paz.
Subiendo este pedregal que tienen por calle, se le ve a diario a doña Felícita, quien al llegar a la parte alta, sofocada se queja.
DELa queja es contra un tal »Cambumbo» o el aguatero como popularmente le llaman, al encargado de abrir paso al agua a través del tubo mayor.
La delincuencia también perturba a La Paz. Piden a la Policía diligencias para patrullar sus calles.
Que se quiera ir su gente no es capricho, es que en el sector, perteneciente al municipio Navarrete no hay agua, tampoco calles que sirvan, salvo unos pocos metros en la entrada echados para que no estorpee la belleza de la Autopista.
En Estancia del Yaque en Navarrete se manifiestan en contra de la delincuencia
