Se desplomó como avalancha la Fe que había puesta en un sacerdote que supuestamente abusó sexualmente de varios niños monaguillos de la Iglesia San Antonio de Padua en Juncalito, un Distrito de Jánico en la provincia Santiago, donde habita la consternación por el hecho que consideran aberrante.
Tímidos, y como si quisieran ocultar información, miembros del consejo parroaquial de la Iglesia rehúyen a las cámaras. Pero hay voces, aunque consternadas, que dicen lo inimaginable.
Se trata del sacerdote de origen Polaco Alberto Gil, solía tener encuentros íntimos con varios de los 180 monaguillos que tuvo bajo su dominio y presunta explotación sexual.
El sacerdote supuestamente se masturbaba frente a los niños a los que hacia modelar luego de obligarles a ponerse ropa íntima de mujer, bailarinas y con lentejuelas.
Los menores con edades entre 8 y 16 años ya están recibiendo terapia psicológica, puesto que además de abusados fueron amenazados por el cura.
Uno de los niños, que ya tiene 15 años, confesó a sus padres que temió por su vida, porque el cura les restregaba en cara que nadie les creería ya que él tenía mucho poder. Poder que ha hecho que algunos justifiquen sus acciones.
El sacerdote se encuentra en Polonia, donde se quedó al enterarse del escándalo que había generado el hecho.
El acceso hasta Juncalito es difícil por el deplorable estado de su carretera y los casi 50 kilómetros que lo separan del resto de la civilización Santiaguera.
