Varias comunidades de La Ciénaga, zona costera de Barahona, volvieron a protestar la mañana de este lunes por los casi seis meses que tienen sin agua potable, tras el derrumbe ocurrido en septiembre del año pasado en una loma de San Rafael.

En esta ocasión maestros, estudiantes, comunidad religiosa y sociedad civil en sentido general se unieron para exigir el vital líquido.

Reprocharon que pese a ser una protesta pacífica, un gran contingente policial supuestamente intentó reprimir su lucha usando bombas lacrimógenas.

Debido a la situación, el director regional del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados acudió al lugar, donde dijo que desde mañana martes empezarían a trabajar con ese acueducto.

Los manifestantes recordaron que esta problemática no solo ha dificultado la mayoría de sus actividades cotidianas, sino que fue la causante de varias muertes, meses atrás, por un brote diarreico.

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