El violento desalojo de los dos campamentos de manifestantes egipcios que apoyaban al depuesto presidente islamista Mohamed Mursi dejó hoy al menos 56 muertos y 526 heridos, informó el Ministerio de Salud egipcio. No obstante, la cifra de fallecidos oficial es muy dispar y asciende a 200 si se tiene en cuenta el recuento que hacen los Hermanos Musulmanes.
 
Testigos informaron que la policía lanzó al principio sólo granadas de gas lacrimógeno contra los manifestantes en los barrios de Ciudad Naser y Giza, que respondieron con piedras y botellas. Más tarde hubo disparos por parte de ambos bandos.
 
Esta es la jornada más sangrienta que vive el país desde el golpe de Estado cívico-militar del pasado 3 de julio, ya que los enfrentamientos tienen lugar no sólo en la capital cairota sino también en varias ciudades del interior.
 
La Hermandad informó en su página web de que al menos 30 personas murieron durante el ataque de las fuerzas del orden a una marcha en el barrio de Alaf Maskan, en el distrito de Nasr City, que se dirigía a la plaza de Rabaa al Adaweya donde se ubica uno de sus campamentos.
 
Esta plaza se encuentra rodeada por las fuerzas de seguridad y todavía siguen ardiendo neumáticos y otros elementos que fueron prendidos fuego por los islamistas al momento de iniciarse la represión, lo que brinda una imagen aún más dantesca de toda la situación.
 
"Las balas caen sobre los manifestantes de Rabaa al Adaweya desde todas direcciones", expresó el portavoz de los Hermanos Musulmanes, Mohammed el Beltagui, quien más tarde fue detenido por la policía en las inmediaciones de dicha plaza.
 
El Beltagui tiene varias órdenes de detención por su presunta participación en disturbios desde el pasado 3 de julio. Las fuerzas de seguridad están buscando ahora al clérigo islamista Safuat al Higazi, quien también se encontraba en el campamento de Rabaa al Adaweya. Según informó la televisión estatal, hay al menos 200 detenidos en El Cairo y varios de ellos portaban armas pequeñas. 
Los islamistas señalaron que también hay decenas de muertos en las plaza de Mustafa Mahmud, en el barrio cairota de Mohandesin, por disparos de los efectivos gubernamentales.
 
La policía cerró las principales rutas y accesos a El Cairo al tiempo que paralizó la circulación de trenes para evitar que tras el comienzo de la represión policial, seguidores de Mursi intenten agruparse en la capital.
 
 
 
Fuente: Agencias
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