Vallas, bajantes y afiches arropan el Distrito Nacional y las principales provincias del país, adelantándose a la promoción de precandidatos presidenciales, legislativos y municipales, en clara violación a las leyes que regulan las actividades políticas a destiempo.
Las caras y colores de los precandidatos se divisan en calles y avenidas.
Se trata de un proselitismo que no se ha acogido a los plazos. De ahí que expertos en el tema entienden que es tiempo de que la Junta debe intervenir.
Con el adelanto de la campaña proselitista también se viola la ley de función pública, y a juicio de Rosalía Sosa, la junta puede dictar hasta medidas cautelares contra quienes transgredan la ley.
Para Servio Tulio Castaños las campañas políticas fuera del plazo establecido por la ley, es parte de un modelo populista y clientelar de las organizaciones políticas, donde se derrocha mucho dinero.
Otro ingrediente que se añade a este vendaval de afiches, vallas y bajantes es la contaminación Visual, que perturba en muchas ocasiones, porque mientras más dinero se tiene, mucho mas se multiplica la oferta.
