El sonido estridente de las actividades que se realizan en el salón de eventos del Hotel Sheraton tiene al borde de la desesperación a la doctora Grisel Simo Frías, quien tuvo que querellarse en la procuraduría de Medio Ambiente en busca de que las autoridades intervengan.
La doctora Grisel Simò Frías, vive en el residencia Claudina de la avenida Independencia, justo al lado del hotel Sheraton.
Ha tenido que abandonar su habitación y trasladar una pequeña cama a la sala por el contante escándalo a toda hora del día y de la noche.
No han valido las medidas que ha tomado en su hogar para evitar que el escándalo atraviese cristales y puertas.
Dice que en varias ocasiones se ha dirigido al hotel en busca de hablar con los gerentes, pero solo llega hasta el loby donde la recibe un simple empleado.
Espera que la procuraduría de Medio Ambiente tome una decisión que le permita vivir tranquila junto a su familia, pues al ritmo que van quedarán sordos y sufriendo de los nervios.

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