Doce parroquias y juntas de vecinos de la Zona Colonial se quejaron por los ruidos que producen de noche los bares y discotecas.
Alcohol, drogas, y volumen sin control a altas horas de la noche impiden el sueño de los más cercanos.
La pareja de esposos compuesta por Aide Jiménez y Luis Manuel no pudo contener el llanto al narrar a que aun enfermos tienen que abandonar su hogar por la intranquilidad que les producen los ruidos.
En la calle las mercedes, en la Sánchez, en la Isabel la católica y otras proliferan los lugares de diversión.
La discoteca Mojiganga y el Museo del Ron y de la Caña son de las que señalan irrespetan a los vecinos, dentro de los 42 lugares nocturnos de la.
Ni las parroquias se salvan del irrespeto. Dicen que la perdición ha llegado a tal punto que hay centros para personas del mismo sexo.
A partir del momento prometen mantenerse en una constante denuncia hasta que interior y policía, turismo y medio ambiente pongan atención a esta problemática.
