Enclavada en el corazón del barrio San Carlos y con más de trescientos años abierta a la comunidad católica, la iglesia San Carlos Borromeo se cae a pedazos, ante la indiferencia de las autoridades.
En sus paredes y techos centenarios se refleja el inexorable paso del tiempo.
Sometida a varios remozamientos, hoy necesita una intervención que corrija el daño causado por las lluvias y el desgaste de los años.
Han pedido ayuda a todas las autoridades, de los niveles municipales, gobierno central, despachos, pero no han tenido respuestas.
Con aportes de la feligresía católica, organizaron Kermesse, desayunos y rifas. Lograron juntar 425 mil pesos, con los que impermeabilizaron el techo.
Les urge una mano amiga que eche una mirada a la iglesia San Carlos Borromeo.
Pero también les preocupa la seguridad de la vieja iglesia. Los robos son constantes. Han tenido que fijar abanicos y bancos a pisos y techos para evitar que se los lleven
Del techo cuelgan cuatro cadenas que recuerdan los tiempos de esplendor de la iglesia cuando de allí están sus lámparas. Hoy no tiene energía eléctrica por el daño del agua y la humedad al cableado.
Entrar a la iglesia San Carlos Borromeo es encontrarse con una parte de la historia de Jesús colgada en figuras que recogen las 14 estaciones que pasó Jesús en su camino hacia el calvario.

Share.

Leave A Reply

Exit mobile version