La ribera del Río Nigua está poblada de casitas que no aguantan la embestida de grandes crecientes, mientras la gente que vive en ellas no ha tomado ninguna previsión ante el paso del huracán María.
Más de una decena de barrios fueron fundados en el entorno del afluente, y con ellos llegaron los cientos de mujeres, hombres y niños que han poblado la zona.
Llegamos para conocer sus planes y miedos antes el paso de María.
Muchos optan por buscar abrigo en casa de vecinos y familiares.
Mientras en Los Molinas esperan que las autoridades vayan a informarles sobre los refugios y las medidas que deben tomar.
El peligro acecha cada vez que se anuncia la llegada de un fenómeno natural.
Al Nigua le construyeron un muro de decenas de kilómetros a todo lo largo del afluente y en varias ocasiones el agua lo ha sobrepasado. De ahí que la gente espera la voz autorizada de las autoridades.
Y mientras las autoridades están en preparativos con mira a la llegada de María los camioneros hacen su agosto sacando arena del río.

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