Trece partidos políticos opositores rechazaron que en la Junta Central Electoral se nombren a personas con militancia partidaria. Advirtieron que si designan a dirigentes políticos en el organismo se producirá una crisis institucional de consecuencias impredecibles.
Denunciaron que una Junta Central Electoral con esa composición y electa unilateralmente, estará viciada desde su origen y por tanto no será imparcial, independiente, confiable ni legitima.
Dijeron que no habrá diálogo con el sector oficialista para el reparto de la nueva Junta Central Electoral.