Las maquinarias, obreros y campamentos ubicados en los entornos de donde se construye la segunda línea del metro han privado de aérea verde a los moradores en la avenida San Vicente de Paul, que tenían en esos espacios lugares de esparcimiento, mientras que la basura y la maleza ocupan el área verde ubicada en la entrada al kilometro 9 de la autopista Duarte.
Es que desde la Jhon F. Kennedy pasando por la avenida Josefa Brea hasta la entrada de Los Tres Brazos se nota la diferencia.
Por ejemplo donde está la estación del Metro en la Josefa Brea hay un Parque Canquiña, que servía de esparcimiento a cientos de niños que viven en los barrios ubicados en ese entorno.
Hoy solo se ve en el lugar la estructura de block y cristal, y decenas de muros New Jersey.
Mientras la cabecera del puente de la 17 la situación es distinta, porque los trabajos fueron paralizados y todo el entorno esta arrabalizado.
Una parte está cercado de planchas de zinc, mientras en otro espacio están amontonados los muros New Jersey y los botes de basura, tierra, y desperdicios de construcciones quitan la oportunidad quienes viven en la zona para desplazarse.
Pero lo peor es que el área verde ubicada en el espacio comprendido entre la prolongación Venezuela y la San Vicente de Paul es usado por los delincuentes como cueva para hacer sus fechorías.
Se espera que a final de año la Oficina para el Reordenamiento del Transporte termine la Segunda Línea del Metro, y su terminación desaparezca la arrabalización de las áreas verdes ubicadas en su entorno.

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