Moradores en los alrededores del puente  Francisco del Rosario Sánchez o de la 17 están en incertidumbre ante el anuncio de desalojo por la ampliación de la Segunda Línea del Metro.
 
Decenas de viviendas ya fueron censadas pero sus propietarios desconocen cuál será su suerte.
Y es que no se les ha informado en que tiempo serán desalojados ni el lugar donde sería reubicados.
 
Sin embargo algunos de los residentes en la parte baja de Gualey mantienen la esperanza de que no serán desamparados.
Mientras algunas familias están negadas a abandonar sus residencias otras ven la obra como una oportunidad para salir de la marginalidad.
 
Según informes de la OPRET, aun no hay una solución definida para las familias que serán afectadas por la obra por lo que técnicos de la entidad se mantienen en sesión permanente. 
 
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