Residentes en la vieja Barquita denunciaron este jueves una ola de robos. Criticaron que las autoridades se han olvidado de ellos.

La intranquilidad reina en las familias pendientes de reubicación. Las causas son múltiples. En un recorrido realizado en la Barquita parte atrás, la gente solo pregunta cuando realizaran sus mudanzas.

Muchas de las familias se quejan por la inseguridad, la precariedad en el suministro de agua potable, recogida de basura y otras problemáticas. Se quejaron porque en algunas zonas fueron removidas escaleras que dan acceso a sus viviendas.

Miriam Margarita nació y creció en la barriada. Tiene 4 hijos menores de edad duerme con preocupación cada noche por el temor a que desaprensivos roben su pocas pertenencias.

Mostró documentos que avalan su condición de beneficiada, pero aún su voz clama en el desierto.

El pastor Aquiles Nova de la Iglesia Pentecostal Unidad y Oración, ubicada en el sector denunció la violación a la propiedad privada.

Decenas de jóvenes aprovechan los desalojos para sacar varillas, block y otros materiales de construcción para revenderlos y buscar el sustento diario.

 

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