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Al menos cuatro hechos de violencia, ocurridos de manera sucesiva, uno tras otros este domingo y la madrugada del lunes, sembraron luto en el seno de cuatro familias de Baní, La Vega, Puerto Plata y Las Terrenas en Samaná, lo que ha desatado preocupación.
El más reciente hecho, ocurrió la madrugada del lunes en Las Terrenas, cuando Jazmín Esmirna Herrera, de 23 años expiró en la Clínica Internacional de allí, donde fue llevada con signos de estrangulamiento; el sospechoso es su pareja sentimental, Anyerson Valdez de 21, detenido intentando huir tras dejar su cuerpo.
A penas unas horas antes, en La Vega, la violencia que estalla en el seno familiar descompuesto, brotaba sangre del cuerpo de Adderlin Manuel Acevedo, de 23 años, a quien lo mató su suegro, el prófugo José García, quien dicen no consentía la relación de su víctima con su hija.
Se trata de mecanismos que han sido desmantelados y que ya funcionan, reflexiona el sociólogo Enmanuel Castillo.
Una reeducación social en los sexual, tanto hombre como mujer, debe repensarse y aplicarse con urgencia, iniciando en las escuelas y el hogar.
En Baní, también la madrugada del lunes, el desamor por la vida de los cercanos, cobró la vida de una mujer, a quien su yerno le infirió una estocada; se trata de Santa Rodríguez Amador de 44 años, a Esperanza, como le conocían, la mató Francisco Guzmán Aybar, quien se suicidó más tarde.
Tragedias que ya no se dan entre desconocidos, sino entre consanguíneos. Y los medios, son bocinas de conductas inapropiadas, dice el experto.
El sociólogo Enmanuel Castillo, lamenta que estos hechos, seguirán produciéndose y espantando a una sociedad que dejó atrás los modelos de conductas que permitan una relación armónica, de respeto, tolerancia, el amor, la y otros valores.
