Desde la noche del miércoles están expuestos en la capilla A de la Funeraria Blandino en Santiago, los restos del recluso Adriano Rafael Román Román, quien murió a la edad de 82 años la mañana del miércoles luego de una recaída en su estado de salud.
El velatorio de Román Román, desde las 8 de la noche del miércoles se desarrollaba en medio del silencio y la soledad. La familia del recluso ordenó que no se le permitiera el acceso a la prensa.
En la Capilla A de la Funeraria, se llevaba a cabo el adiós al hombre, que la mañana del miércoles fue trasladado de emergencias al Hospital Regional Cabral y Báez, donde certificaron que había llegado sin signos vitales, desde el Centro de Corrección y Rehabilitación Rafey Hombres.
Personal que labora alrededor de la Funeraria, asegura que dentro solo estaban una tía y otros amigos cercanos. Las hijas, aun no habían hecho presencia.
Un ambiente desolador al que le atribuyen un por qué.
El interno, purgaba una pena de 20 años de cárcel por haber mandado a matar, infructuosamente, a su ex esposa Miguelina Llaverías, la madre de 4 de sus hijas.
Estando en la cárcel también mandó a matar al abogado y comunicador Jordi Veras, hecho por el cual fue condenado.
El fenecido convicto, poseía un extraordinario poder económico que superaría los 1,200 millones de pesos. Además de torturas y tentativas de homicidios, su prontuario detalla casos de violación sexual y otros hechos graves.
En el pasado, la magistrada Yeni Berenice Reinoso lo definió como ‘’un asesino de mente extremadamente criminal y perversa’’
Sus restos serán sepultados en el cementerio privado Jardín del Recuerdo del sector La Otra Banda al 11:30 de la mañana de este jueves.

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