Jhon Jairo Velásquez Vásquez, alias Popeye, el matón de matones del fallecido Pablo Escobar, sabe de qué habla cuando decide pasar revista a la fuga hollywoodense del capo mexicano El Chapo Guzmán. Él mismo se escapó de la cárcel de la Catedral en Colombia. Así que de fugas entiende.

Entrevistado por la cadena Univisión, Popeye compara ambas fugas. Y admite que en el caso del narco mexicano los sobornos fueron la clave. Y arriesga: la fuga de Joaquín “El Chapo” Guzmán «costó 50 millones de dólares”. Billetes que fueron a comprar a los guardias del penal del Altiplano y a mucha gente afuera, dice.

“En el caso de El Chapo Guzmán es muy delicado», dice Popeye. En las prisiones de alta seguridad no se pueden hacer túneles, porque en el cuarto principal hay sensores que reportan inmediatamente que se está cavando, explica.

«Esa fuga es con dinero. Esa fuga tiene que ver los guardias del penal y mucha gente afuera. Esa fuga, yo le pongo que vale unos 50 millones de dólares”, sentencia.

Clarín

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