Los trabajos en la Nueva Barquita marchan a ritmo acelerado, y desde ya se observan varias estructuras con un gran porcentaje de avance, entre ellas el centro de atención primaria.
En el lugar ya se construyó un edificio, que servirá de modelo para los demás que integrarán formarán parte del gran proyecto.
En 220 mil metros habrá un liceo, una escuela, un centro diagnóstico, y se habilitarán todas las condiciones para convertir la nueva barquita en una ciudad donde no falte ningún servicio.
El primer lote será de 120 apartamentos, y debe estar listo en diciembre.
El sábado pasadas las cinco de la tarde obreros y maquinarias trabajaban como si fueran las primeras horas del día. Se veían camiones y maquinarias pesadas desplazándose por todo el perímetro de construcción.
El proyecto se construye en un entorno bordeado por árboles y algunos afluentes.
Mientras en la Barquita de Los minas, un semillero de casitas, muchas sembradas casi dentro del río Isabela la gente hace su vida normal.
Pero desde ya inició un proceso educativo, con el fin de que cuando lleguen a su nuevo espacio observen comportamientos de acuerdo a su nueva vida.
Ocho familias culminaron el proceso educativo piloto, que inició hace tres meses en Urbe, una institución que se encarga de la capacitación para que quienes reciban las instrucciones se conviertan en multiplicadores entre los demás moradores de La Barquita.
La nueva Barquita contempla la construcción de 2 mil viviendas de entre 55 y 75 metros cuadrados.

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