Como rezan los carteles que han desplegado por toda la comunidad, en el Santo Cerro de La Vega, no hay agua potable, 500 años después de que la civilización llegó.

La falta del líquido, que obliga a los cerranos a comprar tanques de agua a 1,500 pesos, afecta a

160 familias, que deben hacer la compra por lo menos dos veces al mes, lo que supone un gasto de 3,000 pesos.

Los residentes se suplen del agua de pozos tubulares, porque desde el acueducto de CORAAVEGA no les llega. El problema ha empeorado porque el pozo que les suplía acabó su vida útil y se está en espera de que se construya otro.

El tanque de almacenamiento, está a menos de un kilómetro de distancia de donde se sirve energía ininterrumpida, pero pese a la poca distancia, la falta de electricidad agrava el problema.

La Congregación Hermanas Mercedaria de la Caridad, ha querido paralizar la docencia en el Centro Educativo que dirigen, pero le ha detenido el compromiso con los niños y niñas.

La falta de voluntad que reseñan en los funcionarios de CORAAVEGA, obligó a que fuera incoado un recurso de amparo, acusando a la entidad de marginar y discriminar a esa población.

Share.

Leave A Reply

Exit mobile version