El país conmemoró este domingo el 48 aniversario de la segunda intervención norteamericana, episodio que llenó de luto y dolor a miles de dominicanos.
A raíz del asesinato del dictador Trujillo se desata en el país un periodo de inestabilidad política, lo que fue tomado como excusa por los Estados Unidos para intervenir de forma directa la nación, bajo el argumento de salvaguardar vidas y bienes.
Pero esta medicina resultó más cara que la enfermedad a juicio de críticos y protagonistas de la época, ya que el verdadero fin de los yanquis era evitar el retorno del gobierno vanguardista y liberal de Juan Bosch.
Para los combatientes constitucionalistas la hazaña en la que muchos de ellos perdieron la vida sirvió para sellar su compromiso con la patria.
A 48 años de dicha invasión, lamentan el desconocimiento que prima entre los más jóvenes de los hechos históricos y sus protagonistas.
Deploran además que en pleno siglo 21 las intervenciones foráneas continúen en el país, aunque con otras modalidades.
La segunda intervención de los yanquis se prolongo hasta septiembre del 66, favoreciendo las condiciones para la instauración de Joaquín Balaguer en el poder.
