Cientos de personas han perdido la vida en Nicaragua en medio de un estallido social en contra del gobierno sandinista de Daniel Ortega que comenzó el pasado 18 de abril. Según la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos, hay 277 muertos, en su mayoría, a manos de la represión del estado. Dentro de este triste baile de cifras, el Centro Nicaragüense para los Derechos Humanos, contabiliza 281 fallecidos, mientras que el Gobierno habla de 53 víctimas mortales. En el discurso conmemorativo del aniversario de la revolución sandinista, Daniel Ortega hizo mención a los hechos violentos alegando que grupos terroristas buscan provocar un golpe de estado en el país y dijo que las áreas universitarias convertidas en bastiones de protestas, son centros de tortura. Durante el discurso pasó lista a los fallecidos del bando oficialista. El mandatario, también hizo referencia al proceso de diálogo que brevemente sostuvo con los movimientos estudiantiles asegurando que los obispos de la iglesia Católica a cargo de la mediación «estaban comprometidos con los golpistas».
Daniel Ortega solo se acuerda de los suyos en el discurso conmemorativo de la revolución sandinista
