Decenas de antiguos cañeros montaron un piquete frente a las instalaciones del Instituto Dominicano de Seguro Social.
Hasta el día 19 de este mes, estarán en vigilia a fin de que la institución conceda pensiones a unos 22 mil obreros que quedaron en la calle tras el cierre de los ingenios estatales.
Hoy tocó el turno a los trabajadores de los bateyes ubicados en el norte y oeste de la capital.
Las pensiones que exigen rondan los 5 mil 117 pesos.