La ingeniera Francina Hungría Hernández, vivió para contarlo, con lágrimas de sangre que corrían sobre su rostro, habla de la agresión de que fue objeto por delincuentes.
 
A la mujer de 27 años le dieron un tiro en la cara para robarle su pipeta, el disparo le quito el ojo derecho y los médicos luchan para preservarle el izquierdo.
 
Debido a su condición habla pausado, pero segura de cada palabra que pronuncia.
 
La ingeniera dice que con un ojo puede vivir,  y que con la fe en Díos seguirá con fuerza adelante.
 
Por la clínica Abel González han desfilados familiares, amigos y compañeros de trabajo para enterarse del estado de esta emprendedora mujer.
 
Con una fuerza de voluntad envidiable y postrada en una cama del centro de salud privado dijo que todo ocurrió en fracción de segundos.
 
La señora Cristina Martínez, tía de la profesional de la ingeniería, dijo que esperan que las autoridades puedan dar con los antisociales que dispararon contra su sobrina.
 
Mientras, que la Policía dijo que varios equipos están detrás de los delincuentes que dispararon  contra  Hungría Hernández.
 
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