El gobierno venezolano desplegó este lunes cientos de efectivos de seguridad en el barrio de Altamira, uno de los mayores bastiones de oposición en la ciudad de Caracas.
El operativo tiene como objetivo controlar las violentas protestas que han ocurrido en esa zona en los últimos días.
Desde hace poco más de un mes, Venezuela ha vivido una ola de protestas contra el presidente Nicolás Maduro, que han dejado al menos 29 personas muertas, entre ellas un funcionario de la Guardia Nacional fallecido este lunes, tras recibir un disparo durante manifestaciones en la ciudad de Maracay el día anterior.
Los efectivos del gobierno se concentraron en la Plaza Altamira, lugar donde en los últimos meses han tenido lugar enfrentamientos nocturnos entre manifestantes enmascarados y fuerzas de seguridad.
El gobierno calificó la operación de «liberación» del vecindario, un área residencial de clase media.
Retirada de barricadas
El ministro de interior de Venezuela, Miguel Rodríguez Torres, dijo a la emisora estatal Venezolana de Televisión, que la plaza se está transformando en «un territorio para la paz».
El alcalde de la zona, el opositor Ramón Muchacho, aclaró que las garantías constitucionales a la libre circulación se mantienen y que tanto la policía municipal como su oficina funcionan con normalidad.
Tropas de la Guardia Nacional patrullaron el área e instalaron puestos de control, mientras funcionarios retiraban las barricadas levantadas por manifestantes.
Fuertes protestas contra el gobierno de Nicolás Maduro han tenido lugar en diversas partes del país desde el pasado 4 de febrero.
Los manifestantes se quejan de los elevados índices de criminalidad, inflación y la escasez de productos básicos.
