Funcionarios en Filipinas señalaron que más de 5.000 personas murieron tras el devastador paso del tifón Haiyán, a inicios de noviembre, por el centro del país.

Alrededor de 23.000 personas resultaron heridas y unas 1.500 siguen desaparecidas, después de que los fuertes vientos y las intensas lluvias arrasaran con infraestructuras, casas y árboles.

El gobierno está intentado diseñar los planes iniciales para la reconstrucción a medida de que se desarrolla una operación de ayuda humanitaria a gran escala que incluye varios países.

Muchas personas en las áreas más golpeadas por el tifón todavía carecen de un refugio, por eso intentan reconstruir sus hogares.

Fuente: BBC Mundo.

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