En medio de masivas protestas y decenas de detenidos, Vladimir Putin juró hoy como presidente de Rusia y regresa al Kremlin por tercera vez, aunque en esta oportunidad en una Moscú blindada por las marchas en su contra en señal de repudio.
 
El nuevo presidente prometió al país una "nueva etapa de desarrollo" con "objetivos de nivel, calidad y grandeza nuevos", convencido de que los próximos años serán "decisivos para el destino de Rusia en las futuras décadas".
 
"Hoy entramos en una nueva etapa del desarrollo nacional. Los años próximos será determinantes para el destino de Rusia en las décadas futuras", declaró Putin durante un breve discurso.
 
Putin, que ocupaba el cargo de primer ministro después de haber sido presidente de 2000 a 2008, sucedió oficialmente a Dimitri Medvedev durante una ceremonia en la fastuosa sala San Jorge del Kremlin, ante unos 3.000 invitados.
 
 
Entre los asistentes se encontraban el patriarca de la iglesia Ortodoxa rusa Kirill, el gran rabino Berl Lazar, el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi, el ex presidente soviético Mijail Gorbachov y el ex canciller Gerhard Schroeder.
 
Tras su investidura, Putin propuso al Parlamento la candidatura de su predecesor Dimitri Medvedev para el cargo de primer ministro, indicó el presidente de la Duma (cámara baja) Serguei Naryshkin, citado por las agencias rusas. De esta forma el tándem que desde hace años dirige el destino político del país, sigue en pie.
 
Medvedev, presidente durante cuatro años pero siempre a la sombra de Putin, iniciará el proceso para su nombramiento como jefe de gobierno con un encuentro con dirigentes de grupos parlamentarios de la Duma.
 
En vísperas de la investidura de Putin, una manifestación de la oposición que reunió a varios miles de personas, 8.000 según las autoridades, fue violentamente reprimida por la policía, que golpeó a los manifestantes y detuvo a 436 personas, entre ellas el líder del Frente de Izquierda, Serguei Udaltsov, el bloguista anticorrupción Alexey Navalny y el antiguo vice primer ministro, Boris Nemtsov. Además, 29 policías resultaron heridos durante los incidentes.
 
En medio de este clima de tensión, un impresionante dispositivo de seguridad fue instalado el lunes en los alrededores del Kremlin y en el centro de Moscú, y miles de policías fueron desplegados para garantizar la seguridad de la investidura.
 
Electo el 4 de marzo con casi 64% de los votos tras unos comicios marcados por las denuncias de fraude, según la oposición, Putin, un ex agente del KGB, consiguió de esta forma volver al Kremlin, del que había salido en 2008 ya que la Constitución no le permitía realizar más de dos mandatos consecutivos.
 
Fuente: El Clarin
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