La violencia y las amenazas de las pandillas en Honduras empujaron a Jerry Felipe Fuentes a huir de su país; cuando estaba a 535 millas de la frontera con Estados Unidos resbaló del tren y ahora su familia busca asistencia legal porque el joven corre peligro si regresa a su tierra.

“Él está devastado”, aseguró Nery Fabricio Baires, hermano mayor de Fuentes, en entrevista con Los Angeles Times en Español.

“Él me habló al ingresar al hospital. Perdió el pie izquierdo y unos pocos centímetros arriba del tobillo”, indicó Baires sobre el accidente ocurrido el 27 de diciembre en Durango, México. “Estamos buscando por todos los medios a que le den asilo, para que no vuelva a Honduras”.

Fuentes, de 22 años, llevaba 43 días de camino. Salió el 15 de noviembre de San Pedro Sula, en el noroeste de Honduras. Su objetivo era llegar a Piedras Negras, en el estado de Coahuila, ciudad fronteriza con Estados Unidos que le quedaba a poco más de nueve horas.

El lunes por la mañana se subió al tren, relató Baires. Sin embargo, resbaló y la locomotora lo arrastró. El joven se encuentra ingresado en el Hospital General de Gómez Palacio, en Durango.

“No tiene a nadie en México”, señaló el hermano del joven.

“Él no quiere firmar nada para que lo deporten hacia Honduras, no puede regresar por las pandillas”, agregó Baires.

Hace tres años, los dos hermanos sufrieron la presión de las pandillas para que se unieran a sus filas. En esa época, Baires tenía 23 años y Fuentes 19, ambos rechazaron la propuesta. Sin embargo, el menor de ellos sufrió un atentado. Una de las balas le rozó la frente.

“Siempre lo anduvieron buscando, eso lo hizo huir del país”, aseguró.

En su tierra natal, Fuentes trabajó como albañil, cobrador de autobuses y barbero.

Al correr peligro su vida, se vio obligado a emigrar. De esa manera, también podría ayudar económicamente a la familia.

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