El presidente Barack Obama, en su intento de mediar en la crisis de Grecia habló este martes con los principales protagonistas del conflicto, siendo estos la canciller alemana, Angela Merkel, y el primer ministro griego, Alexis Tsipras.
El mensaje de Obama fue muy claro: Grecia no debe abandonar la Eurozona.
Según la teoría de la Casa Blanca, lo que hace falta es un acuerdo amplio, lo cual incluye por parte de Alemania y de la UE bien más financiación a Grecia, bien una quita de la deuda de ese país. Y, por parte de Atenas, no sólo demanda austeridad sino también una política de reformas estructurales que permitan más crecimiento económico que haga sostenible la deuda. Además Washington cree que los sucesivos gobiernos griegos han puesto más énfasis en el ajuste fiscal que en las reformas estructurales.
La crisis griega solo tendría efecto en Estados Unidos si las cosas empeoran significativamente. El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, anunció durante una conversación telefónica entre Obama, Merkel y Tsipras, que el presidente estadounidense sabe que llegar a un acuerdo es «bastante complicado «.
CORTESÍA DE ELMUNDO.ES
