El presidente Barack Obama debió salir a pedir disculpas por una insólita oleada de repudios que recibió por elogiar la belleza de una funcionaria de California.
“Es la fiscal general más bonita del país”, dijo el mandatario para halagar a Kamala Harris. Pero el comentario se convirtió en una furibunda lluvia de críticas en un país que tiene fuertes minorías que suelen traducir como sexistas comportamientos que posiblemente no lo sean.
El vocero presidencial, Jay Carney, informó que el jefe de Estado llamó a Harris para pedirle disculpas. En un acto de recolección de fondos cerca de San Francisco, Obama saludó en la noche del jueves a la funcionaria general afirmando que “es brillante, está comprometida, es estricta”. Y remarcó luego: “También es, por lejos, la más bonita fiscal general del país”, añadió.
Los comentarios de Obama provocaron enojo, especialmente en algunos editorialistas. “Eso no es un cumplido. Y para un presidente que se convirtió en un modelo cultural para sus partidarios (…) el ejemplo que dio es desafortunado”, escribió Jonathan Chait en la versión digital de The New York Magazine. “Son viejos y buenos amigos y el presidente no quiso en modo alguno minimizar el éxito profesional de la fiscal ni su capacidad”, sostuvo. Obama “es perfectamente consciente de las dificultades que siguen encontrado las mujeres en sus lugares de trabajo y (cree) que no deberían ser juzgadas por su físico”, aseguró Carney.
La controversia creció, además, porque casi al mismo tiempo, en una entrevista para la cadena CBS News, la primera dama, Michele Obama, se describió a sí misma como una “madre soltera”. Aludía al enorme trabajo que tiene su esposo. Pero luego se arrepintió: “No debería decir soltera … Con un presidente como esposo, una puede sentirse un poco soltera. Pero él esta ahí”, dijo.
