Una mujer paquistaní, que decía estar embarazada de tres meses, fue lapidada hasta la muerte por miembros de su propia familia a la puerta del alto tribunal de la ciudad de Lahore, en el noreste del país, donde esperaba para asistir a una audiencia sobre su caso, informó la policía.
Sus parientes la acusan de casarse sin su consentimiento.
Reportes informan de que uno de sus hermanos disparó contra ella pero erró el tiro.
Después decenas de personas, incluidos miembros de la familia, se dirigieron hacia ella con ladrillos y palos.
Su padre fue arrestado pero el resto de los presuntos asesinos escaparon.
Cientos de mujeres pakistaníes mueren cada año en lo que se conoce como «asesinatos de honor».
Grupos pro derechos humanos informan que, como muchos de los ataques suceden a manos de las familias, un gran número de casos ni siquiera son denunciados.
Fuente: BBC Mundo
