Haití. — Después de tres días de reuniones, el jefe de una misión regional tiene esperanzas, pero no necesariamente confianza, en que pueda resolverse la crisis política en Haití antes de que termine el mandato del presidente este fin de semana.

La Organización de Estados Americanos, a petición del presidente saliente Michel Martelly, autorizó la misión especial a Haití tras la suspensión indefinida de la segunda vuelta electoral para elegir un nuevo presidente antes del 7 de febrero, cuando la Constitución obliga a Martelly a dejar el cargo.

Desde su llegada el domingo, los representantes de la OEA se han reunido con Martelly y miembros de su gobierno legisladores, jueces y otras personas.

Ronald Sanders, un diplomático de Antigua que dirige la misión y preside el consejo permanente de 35 naciones de la OEA, dijo estar impresionado con la “llamativa inteligencia” de las autoridades haitianas, pero no llegó tan lejos como decir que confíe en que acuerden una solución factible en los próximos días.

“Si creo lo que nos ha dicho la gente sobre su determinación a salvar su país y llevarlo hacia delante, entonces creo que hay una gran esperanza en que alcanzarán una solución”, dijo el martes en una entrevista con Associated Press.

Los senadores haitianos han presentado un plan según el cual Martelly dejaría el puesto el domingo como estaba previsto.

La presidencia permanecería vacante durante un breve periodo de tiempo, con un primer ministro de consenso que dirigiera el país hasta que pueda elegirse a un nuevo presidente.

“Cada uno, todos en esa sala del Senado nos dijeron que habían alcanzado una única propuesta que presentarían al gobierno”, dijo Sanders.

El diplomático dijo que le habían hablado de 10 personas a las que se consideraba para el cargo de mandatario interino.

Pero algunas figuras de oposición están deseando frustrar cualquier acuerdo en el que participe Martelly. “Martelly no puede jugar ningún papel.

La propuesta que se está debatiendo es como algo en un juego de niños”, dijo Samuel Madistin, que terminó décimo en la primera vuelta de las elecciones presidenciales.

Madistin trabaja ahora como portavoz para una alianza de oposición en la que está Jude Celestin, que quedó segundo consiguió un puesto en la suspendida segunda vuelta contra el candidato preferido de Martelly, Jovenel Moise, el más votado en primera vuelta. Celestin había anunciado su boicot a la segunda vuelta.

La alianza de oposición quiere un gobierno de transición liderado por un juez del Supremo para garantizar que una comisión verifica los disputados resultados electorales de las primeras rondas celebradas en agosto y octubre.

Madistin también dijo que la misión de la OEA “no es bienvenida” en Haití, que es miembro del grupo regional.

Haití tenía previsto celebrar una segunda vuelta de los comicios presidenciales y legislativos el 24 de enero.

Pero el consejo electoral la suspendió por segunda vez en medio de violentas protestas y acusaciones de que la primera ronda estuvo envuelta en fraude a favor de Moise.

El primer ministro, Evans Paul, seguía en su puesto el martes por la noche tras un día de información contradictoria en los medios sobre si había dimitido para dejar paso a un gobierno interino.

Según los medios, es uno de los principales candidatos a asumir el puesto de jefe de gobierno interino, aunque varias facciones de la oposición se negarían a aceptarlo.

Otra posibilidad es el senador Andrice Riche, que dirigió el año pasado una cámara alta medio vacía mientras Martelly gobernaba por decreto.

Cholzer Chancy, presidente de la cámara baja haitiana, dijo el martes por la tarde que las negociaciones continuaban. “Todavía no se ha firmado un acuerdo”, añadió.

La OEA quiere que los haitianos “alcancen una solución que sea la suya”, dijo Sanders. “Y si lo hacen, creo que toda la comunidad internacional les apoyará”, dijo.

AP

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