La guerra en Siria provocó ya la muerte de más de 191.000 personas, según datos publicados hoy por la ONU, que señaló que son «más del doble» de fallecidos que hace un año y condenó la «parálisis internacional» que alienta a los «asesinos».
De la cantidad de muertos, 8.803 son menores de edad, de los cuales 2.165 eran niños de menos de 10 años, pero la cifra real probablemente sea más elevada, dado que en un 83,3 por ciento de los de los casos la edad de las víctimas no está documentada.
La Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Navy Pillay, consideró «escandaloso que a pesar de sus enormes sufrimientos, la difícil situación de los heridos, desplazados, detenidos y familias de personas asesinadas o desaparecidas no genere más atención» este conflicto.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos registró 191.369 casos documentados de personas que murieron en Siria entre marzo de 2011, cuando comenzaron las protestas contra el régimen de Bashar al Assad que después degeneraron en conflicto armado, y finales de abril de 2014, lo que supone «más del doble» de los 93.000 casos registrados hace un año.
Según la ONU, no cabe duda de que el cálculo de más de 191.000 muertos es una estimación a la baja respecto a la cifra real de fallecidos.
En diciembre de 2011, el Alto Comisionado había registrado más de 5.000 muertos, que en enero de 2013 habían ascendido hasta 60.000.
De entre las personas muertas registradas, más del 85 por ciento eran hombres. Como en informes anteriores, la ONU no pudo establecer una distinción entre combatientes y no combatientes.
Fuente: Agencias
