Unos buceadores captaron lo que a priori les pareció un enorme tubo hinchable, pero en realidad lo que estaban viendo era una pyrosoma. Las pyrosomas no son una criatura, son miles de animales llamados zooides dentro de un tubo gelatinoso.
Las pyrosomas se encuentran en aguas templadas de todos los océanos del mundo. La traducción de su nombre es «cuerpo ardiente» y se debe a su inteso brillo azulverdoso que aparece cuando la colonia de zooides es molestada.
Además de su increíble color, también destaca la longitud de estas criaturas que puede llegar hasta los 12 metros, aunque en algunos casos incluso se ha hablado de 30.
Cada zooide que forma parte de una pyrosoma, se alimenta absorbiendo agua, filtrando pequeñas partículas y soplando el agua restante.
En este espectacular vídeo grabado por Eaglehawk Dive Centre en Tasmania, Australia, y publicado en Youtube se puede apreciar mejor a una de estas espectaculares criaturas marinas.
ABC
