El secretario del Interior de Filipinas dijo a la BBC que son casi 3.500 los muertos por el tifón Haiyán que azotó al país la semana pasada.
Pero el secretario, Mar Roxas, admitió que el número podría ser más alto.
La cifra de víctimas sigue siendo incierta. Funcionarios en una de las ciudades más afectadas, Tacloban, indicó que tan sólo allí podrían haber fallecido unas 4.000 personas.
Un corresponsal de la BBC indica que el gobierno de Filipinas deberá ahora empezar a planear la reconstrucción a largo plazo.
Los cálculos iniciales muestran que el costo de los daños es de US$15.000 millones.
El corresponsal agrega que en algunos lugares 90% de los hogares quedaron destruidos y miles de escuelas ya no pueden ser utilizadas. Las clases fueron suspendidas hasta enero.
Mientras tanto, los esfuerzos internacionales de ayuda están comenzando a agilizarse tras la llegada de un portaaviones militar estadounidense, con sus aeronaves que ya iniciaron la entrega de abstecimientos humanitarios.
