El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, calificó ayer de “vergüenza” y “traición al Perú” la presunta coima de 20 millones de dólares que el expresidente Alejandro Toledo (2001-2006) recibió de la empresa brasileña Odebrecht, según la confesión de su exdirector en el país.

El jefe de Estado declaró estar “muy dolido por estas noticias del expresidente Toledo; es una traición al pueblo peruano y es una traición a sus colegas que se esforzaron tanto en hacer un buen gobierno”, en entrevista a W Radio de Colombia.

El propio Kuczynski fue primer ministro y titular de Economía durante la gestión de Toledo, al igual que varios de los actuales ministros en el Gobierno.

“Realmente yo creo que es muy lamentable esto, él debe ponerse a derecho y regresar al Perú y contestar lo que le va a preguntar la Fiscalía”, añadió el mandatario, dado que el expresidente está en Francia desde fines de enero con su esposa Eliane Karp.

Kuczynski aclaró que si hubiera “percibido cualquier cosa (ilegal) no hubiéramos estado en el gobierno” de Toledo, al desechar que haya tenido conocimiento del pago de sobornos por la construcción de varios tramos de la carretera Interoceánica.

El jefe de Estado añadió que los presuntos sobornos se negociaron en Río de Janeiro, tal como informó ayer la prensa local, y que él no estuvo presente en esas citas porque “si hubiéramos sabido de esas reuniones, hubiera renunciado de inmediato”.

Agregó que en su gobierno no hay nadie que haya tenido que ver con los sobornos de Odebrecht y que se está organizando una nueva licitación para concluir el Gasoducto del Sur, que estuvo a cargo de la compañía hasta la revelación del escándalo de corrupción en Perú.

El mandatario remarcó que el Gobierno está dando fondos a la Fiscalía para que avance en las investigaciones por el caso Odebrecht y que los colaboradores eficaces, como lo es el exdirector de la empresa en Perú, Jorge Barata, “revelan cosas a cambio de recibir una pena menor”. Barata declaró al fiscal peruano Hamilton Castro que el intermediario de Toledo en el caso de las coimas fue su exjefe de seguridad Avi Dan On y que inicialmente pidió 35 millones de dólares para obtener la licitación para la construcción de los tramos 2 y 3 de la Interoceánica, según un documento judicial difundido por la prensa local.

El exdirectivo detalló que Toledo participó en una reunión, en noviembre de 2004 en un hotel de Río de Janeiro, en la que se estableció que la coima sería depositada en tramos, entre 2006 y 2010, en cuentas de su amigo Josef Maiman en el extranjero. El soborno se redujo a 20 millones de dólares porque el entonces gobierno incumplió con modificar las bases del concurso de licitación que, igualmente, fue ganado por Odebrecht y otros socios en 2005.

EFE

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