En medio de la crisis que vive Europa, el gobierno francés anunció un ajuste "sin precedentes" de 36.900 millones de euros en aumentos de impuestos y recortes en los presupuestos de 2013, con el objetivo de reducir el déficit público hasta el 3% del Producto Bruto Interno (PBI).
 
"Es un presupuesto de combate para luchar contra una deuda que no cesa de aumentar", "por la justicia social", "por el crecimiento" y para "preparar el futuro", afirmó el primer ministro Jean-Marc Ayrault al salir del Consejo de Ministros.
 
El proyecto presentado ante el Consejo de Ministros prevé aumentos de impuestos sobre los sectores más poderosos. Según Ayrault, afectarán prioritariamente a las personas con más ingresos y a las grandes empresas, porque el gobierno intenta preservar a las familias más modestas y a las pequeñas y medianas empresas.
 
"Nueve de cada diez franceses" no se verán afectados por los nuevos impuestos, afirmó Ayrault. Según el ministerio de Finanzas, 4,1 millones de familias francesas, las más ricas, pagarán más impuestos, y 8,5 millones de familias pagarán menos.
 
No sólo se aumentará el impuesto a las grandes fortunas, sino que además se crea una tasa excepcional de 75% para las rentas superiores a un millón de euros anuales, que se aplicará durante dos años. El ajuste se completa con recortes de 10.000 millones en el gasto del Estado y de 2.500 millones en la Seguridad Social. Las rentas del capital tendrán ahora el mismo nivel de imposición que los salarios.
 
La oposición conservadora criticó inmediatamente lo que considera una "muy mala opción". "Nunca se ha infligido a las familias ni a las empresas tal choque fiscal", afirmó el diputado del partido UMP Gilles Carrez, que preside la comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional (Cámara Baja).
 
El primer ministro exhortó a "la movilización general" de los franceses para "ganar esta batalla" de la reactivación. Se trata de un esfuerzo inédito en periodo de crecimiento débil y de alto desempleo, por lo que numerosos economistas consideran que el objetivo de reducir el déficit de 4,5% este año a 3% en 2013 es inalcanzable.
 
El 3% de déficit "lo tendremos", repitió hoy el ministro de Finanzas, Pierre Moscovici. "Si renunciáramos a ese objetivo, las tasas aumentarían inmediatamente y entonces estaríamos en la situación de Italia, de España", recalcó Jean-Marc Ayrault.
 
La deuda pública francesa pasó de 64,2% del PBI en 2007 a cerca de 91% en junio de 2012, sobrepasando la previsión del gobierno de 90,6% a fines de 2013, pero se espera que retroceda en 2014.
 
El presupuesto de 2013 fue construido en base a una hipótesis de crecimiento de 0,8% del PBI, que Ayrault considera "realista" y "alcanzable", pese a las dudas de los economistas.
 
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