El presidente de Filipinas, Benigno Aquino, declaró estado de calamidad nacional tras la devastación causada por el tifón Haiyán.

El líder dijo que la intención era apurar la ayuda para los sobrevivientes y mantener el precio de los bienes básicos bajo control.

La tormenta -un supertifón de los peores que se tenga registro- mató a miles de personas sólo en la ciudad de Tacloban en la provincia de Leyte.

Se espera que el número de víctimas aumente a medida que más pueblos sean alcanzados, al restablecer las comunicaciones.

Los corresponsales de la BBC en el lugar han descrito escenas de completa destrucción con apenas unos cuantos edificios que quedaron en pie. Muchos de los sobrevivientes están roando por comida y agua potable.

Fuente: BBC Mundo.

Share.

Leave A Reply

Exit mobile version