SAVANNAH, Georgia, EE.UU. (AP) — Los estados de Georgia, Oklahoma y Alaska empezaron a relajar las órdenes de cierre de negocios decretadas para luchar contra la pandemia aunque el número de fallecidos por el coronavirus superó las 50.000 personas en Estados Unidos y pese a las advertencias de expertos de salud de que podría ser demasiado pronto para adoptar estas medidas.

El brote parecía seguir moderándose en gran parte de Asia. En China, donde se detectó por primera vez el virus a finales del año pasado, por 10mo día consecutivo el sábado, las autoridades no reportaron decesos y confirmaron apenas 12 contagios. De los nuevos casos, 11 procedían del extranjero y uno era una transmisión local en la provincia nororiental de Heilongjiang, en la frontera con Rusia, dijo la Comisión Nacional de Salud.

Solo 838 pacientes siguen hospitalizados en China por COVID-19, la enfermedad causada por el virus, mientras que otras 1.000 están bajo aislamiento controlado por tratarse de casos sospechosos o positivos asintomáticos. China reportó un total de 4.632 fallecidos entre 82.816 contagios.

Corea del Sur confirmó 10 nuevos contagios en el octavo día en fila con menos de 20 infectados diarios y, por segundo día, no registró víctimas mortales.

Por su parte, India anunció el alivio de la estricta cuarentena impuesta a sus 1.300 millones de habitantes al permitir la reapertura de ciertas tiendas. En el país hay más de 24.500 contagiados y 775 fallecidos por el virus. La semana pasada, el gobierno permitió la reanudación de la actividad en fábricas y de la agricultura en zonas rurales ya que millones de jornaleros se habían quedado sin empleo.

En Francia, el gobierno dejó en manos de las familias la decisión de dejar a sus hijos en casa o llevarlos a la escuela cuando el confinamiento, en vigor desde el 17 de marzo, empiece a retirarse el 11 de mayo.

Como en muchos otros países, la industria del turismo en Francia quedó devastada por la pandemia, y un ejecutivo hotelero predijo que el negocio seguirá siendo “catastrófico” lo que resta de año.

“Cero por ciento (de ocupación) en abril, probablemente en mayo y probablemente en junio”, señaló Serge Cachan, presidente de la cadena de hoteles Astotel de París, a The Associated Press. Ante la previsión de pérdidas de entre el 60 y el 70% este año, Cachan dijo que espera que el gobierno loes ayude a sobrevivir.

Bélgica anunció que después del 3 de mayo, los hospitales volverán a desempeñar progresivamente tareas no esenciales y las tiendas de ropa podrán volver a funcionar a media que se suavizan las medidas de seguridad. Dinamarca reabrió las escuelas para los alumnos más pequeños y en España los padres se plantean si permiten que sus hijos salgan a respirar aire fresco por primera vez en más de un mes a partir del domingo, cuando podrán salir a la calle aunque con limitaciones.

Gran Bretaña mantiene la cuarentena mientras los decesos relacionados con el coronavirus en hospitales se acercaban rápidamente a los 20.000. Es el cuarto país con más muertes de Europa, por detrás de Italia, España y Francia, que ya superaron la barrera de los 20.000

En Estados Unidos, los gobernadores republicanos de Georgia y Oklahoma permitieron la reapertura de peluquerías, spas y barberías, mientras que Alaska dio permiso para que los restaurantes vuelvan a servir comidas en sus salones y las tiendas y negocios reanuden su actividad con condiciones. Algunas municipalías de Alaska decidieron mantener normas más estrictas.

Aunque con un alcance limitado y sujetas al distanciamiento social, estas medidas marcaron un hito simbólico en el creciente debate tanto en Estados Unidos como en otros países sobre lo rápido que los líderes políticos deberían levantar las cuarentenas, que tienen consecuencias económicas devastadoras.

Durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca el viernes, el presidente, Donald Trump, se mostró optimista sobre la economía pero pidió a la población que siga manteniendo la distancia y utilizando mascarillas. Trump firmó además un proyecto de ley de 484.000 millones de dólares para ayudar a los trabajadores y hospitales afectados por la pandemia. En las cinco últimas semanas, unos 26 millones de personas, o uno de cada seis trabajadores estadounidenses, solicitaron ayudas al desempleo.

Trump señaló que sus criticados comentarios sugiriendo que la gente podía ingerir o inyectarse desinfectante para luchar contra el COVID-19 eran un intento de ser sarcástico.

Hasta el viernes, el coronavirus había matado a más de 190.000 personas en todo el mundo, según el conteo realizado por la universidad Johns Hopkins en base a los datos ofrecidos por los gobiernos. Se cree que la cifra real es mucho mayor.

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Crary informó desde Nueva York. Periodistas de The Associated Press en todo el mundo contribuyeron a este despacho.

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