Partido Popular (PP) de Mariano Rajoy ganó hoy las elecciones generales en España, aunque lejos de una mayoría que le permita formar gobierno sin problemas: con el 90 por ciento escrutado, la agrupación de centroderecha obtuvo un respaldo del 28,69 por ciento y 122 de los 350 escaños del Congreso de los Diputados.
El Partido Socialista (PSOE) de Pedro Sánchez logró mantenerse en segunda posición con un apoyo del 22,17 por ciento y 91 diputados. Como gran sorpresa, Podemos, el partido heredero de los indignados, obtuvo un apoyo del 20,58 por ciento y 69 escaños. «Hoy ha nacido una nueva España», dijo hoy su líder, Pablo Iglesias.
Tras unas elecciones históricas, las primeras tras el final de la hegemonía del PP y del PSOE, el Parlamento español presentará una importante fragmentación que obligará a pactos y alianzas, comenzando por la investidura del próximo jefe del Ejecutivo.
Los dos partidos tradicionales, aunque han caído mucho, han logrado mantenerse por delante de los dos partidos emergentes, pero van a tener grandes problemas para llegar a pactos con ellos.