Tres guardias nacionales venezolanos, que formaban parte del contingente de militares que bloqueaban la frontera, desertaron y se entregaron en un puente fronterizo a las autoridades colombianas.
Levantando sus brazos, y mientras sostenían sus armas de reglamento, los tres delgados jóvenes militares, vestidos de uniforme verde oliva, pasaron varias barreras de metal, y se entregaron en el puente fronterizo Simón Bolívar a las autoridades de migración colombiana que les pidió lanzarse al suelo para requisarlos, según imágenes que grabaron varios periodistas en el lugar.
Las deserciones ocurrieron a escasas horas del ingreso previsto de la ayuda humanitaria que está promoviendo la oposición venezolana para tratar de paliar la crisis que golpea a millones de habitantes de Venezuela.
El presidente Nicolás Maduro ha rechazado la iniciativa opositora alegando que eso forma parte de un pretexto para una intervención militar extranjera en Venezuela.
La Guardia Nacional venezolana lanzó gases a los residentes que despejaban barreras de un puente fronterizo entre Venezuela y Colombia para que pase la ayuda humanitaria.
Las tensiones estallaron al amanecer en la entrada del puente Francisco de Paula Santander en la población fronteriza de Ureña, Venezuela.
El líder opositor Juan Guaidó ha prometido traer ayuda humanitaria desde Colombia a pesar de las objeciones del presidente Nicolás Maduro.
Funcionarios venezolanos cerraron la frontera con Colombia luego de hacerlo en los cruces desde Brasil y la isla de Curaçao, otros puntos de entrada de la ayuda.
Pero los pobladores de Ureña, en desafío de las órdenes del gobierno, empezaron a retirar las barricadas metálicas amarillas y las alambradas de púas.
AP
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