LA HABANA (AP) — Centenares de cubanos se concentraron el miércoles cerca del consulado panameño en La Habana y expresaron su disgusto después de que el país centroamericano anunciara que exigirá de inmediato una visa de tránsito a los isleños, una medida que obligará a muchos al difícil proceso de reprogramar sus viajes.
La medida panameña, de la que al parecer se enteraron de pronto los cubanos, se suma a una similar anunciada el mes pasado por Costa Rica y complica la salida a nacionales que afirman que llevan años tratando de salir del país y que usan la ruta aérea panameña para transitar a otros detenidos en su ruta hacia Estados Unidos.
La cantidad de cubanos que abarrotó parte de un parque próximo a la sede diplomática en busca desesperada de respuestas también podría ser un indicativo del número de personas que pretenden salir del país en medio de una difícil situación económica exacerbada por la pandemia y las sanciones estadounidenses que se endurecieron durante el pasado gobierno de Donald Trump.
La medida panameña también entra en vigor una semana después de que la embajada de Estados Unidos en la capital cubana anunció el reinicio de los servicios consulares de forma limitada para las visas de reunificación familiar, suspendidas desde 2017. No se precisó la fecha en la que se reanudarían esos servicios.
Un funcionario leyó por la tarde un comunicado en el que el consulado panameño indicó que quienes viajen hasta la medianoche del sábado podrán transitar sin el requisito de visa, pero a partir de entonces los que tengan pasajes deberán reprogramar sus vuelos, lo que generó reacciones de disgusto entre los presentes. Los que tienen pasajes para el 1 de abril en adelante, podrán hacer sus trámites desde el jueves.
El gobierno panameño dijo en un comunicado por la noche que la visa tiene el propósito de “establecer controloles migratorios más efectivos” y “reprimir el tráfico ilícito”. Mientras, el medio oficial isleño Cubadebate indicó que los sucesos en la embajada de Panamá en La Habana “confirman impacto de la política migratoria estadounidense hacia Cuba”.
Rosalía Duran, de 20 años, dijo que tenía previsto viajar el 23 de marzo y que había gastado en el pasaje 3.500 dólares. “Perder ese dinero, ese es un abuso”, se quejó. Luego, un grupo numeroso se acercó un poco más a la calle que da al consulado gritando “Queremos respuestas”, “De aquí no nos vamos”, “Queremos plazo” y “Tenemos derechos” ante la presencia de decenas de policías. El grupo se mantenía en el lugar al atardecer, sin que se registraran incidentes.
En años previos, incluso antes de la pandemia del coronavirus, otras naciones sudamericanas, como Ecuador, comenzaron a exigir visas de entrada a los cubanos en un esfuerzo por regular esa migración. Sin embargo, la medida de Panamá podría ser particularmente dura ya que es el punto que utilizan como tránsito para seguir a Estados Unidos.
Varios cubanos entrevistados por The Associated Press dijeron que sus planes eran pasar por Panamá con rumbo a Nicaragua y expresaron su temor de que la nueva exigencia panameña les haga perder el pasaje al no tener tiempo para cumplir ese requisito.
“No sé cuál es el objetivo” de la visa de tránsito, dijo a la AP Yusleydy García, de 30 años, quien planea viajar en los próximos días a través de Panamá con su hija de 14 años.
Hasta ahora las normas migratorias de Panamá permitían a los cubanos hacer tránsito por 12 horas y exigían visa a los turistas, trámite para el que los isleños deben solicitar una cita para entrevistas en La Habana.
Desde hace años el país centroamericano enfrenta un flujo de cubanos que cruzan de manera irregular por la peligrosa jungla del Darién en una ruta desde Sudamérica al norte del continente. Pero ese flujo ha bajado últimamente ya que muchos cubanos, incluidos jóvenes y profesionales, han salido de la isla utilizando cada vez más la ruta por Nicaragua, que no les exige visa.
La cubana García, que planeaba viajar con su hija el 30 de marzo, dijo que según los nuevos requisitos de Panamá la visa de tránsito debe gestionarse 15 días hábiles antes el viaje.
“Lo veo muy mal, mucha gente tiene su vuelo esta noche, mañana o en próximos días. Mucha gente ha vendido su casa, todas sus pertenencias para comprar el pasaje”, dijo Laura Varela, una embarazada de 28 años quien llegó a acompañar a su esposo Jorge Rodríguez que tramitaba una visa de turismo. La pareja tiene previsto viajar a Panamá a mediados de año.