El ministro de Defensa de Colombia, Juan Carlos Pinzón, anunció este martes la destitución del jefe de inteligencia del Ejército, general Mauricio Zúñiga, y la del director de la Central de Inteligencia de la institución, general Jorge Zuluaga, por el nuevo escándalo de escuchas ilegales que sacude al país.
El escándalo estalló luego de que la revista Semana denunciara que militares colombianos habían interceptado ilegalmente las comunicaciones de varias personalidades, entre las que se destacan los principales delegados gubernamentales al proceso de paz con la guerrilla de las FARC.
El presidente Juan Manuel Santos reaccionó inmediatamente a las alegaciones calificando la situación de «inaceptable» y ordenando una investigación a profundidad.
El mandatario también habló de “fuerzas oscuras” opuestas a las negociaciones con la guerrilla y sugirió la posibilidad de “ruedas sueltas” dentro del estamento militar.
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Según el corresponsal de BBC Mundo en Colombia, el escándalo hizo que algunos empezarán a preguntarse sobre verdadero nivel de control del ejecutivo sobre la totalidad de las fuerzas armadas y el alcance de la operación.
«Chuzadas» del DAS
«Y por el momento la destitución de los dos generales parece más un golpe de autoridad del presidente que un reconocimiento de responsabilidades por parte de la cúpula militar», explicó nuestro corresponsal.
De hecho, en su intervención el ministro Pinzón también explicó que las investigaciones estaban en proceso y no confirmó las acusaciones de Semana.
“Quiero decirle al país que puede tener la tranquilidad de que ni el presidente de la República, ni el ministro de Defensa, ni los comandantes de nuestras fuerzas han dado instrucción alguna en el sentido de utilizar las herramientas de inteligencia para fines diferentes a los establecidos en la Constitución y las leyes”, dijo el titular de la cartera de defensa.
Según Wallace, el caso le ha recordado a los colombianos el escándalo de las «chuzadas» del DAS -el ahora desaparecido servicio de inteligencia de la presidencia- que sacudió al gobierno de Álvaro Uribe.
«En esa oportunidad el DAS también espió a miembros del gobierno, aunque se concentró sobre todo en los opositores a Uribe, quien siempre ha negado cualquier responsabilidad», recordó Wallace.
«Muchos políticos de oposición siempre han además sostenido que las escuchas ilegales nunca se detuvieron completamente».
«Y ahora habrá que esperar para ver si la investigación ordenada por Santos termina dándoles la razón o no», concluyó.

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