Hugo Chávez reapareció y con malas noticias sobre su salud. Después de un fin de semana de fuertes rumores acerca del agravamiento de su enfermedad, el presidente venezolano reconoció ayer por televisión que deberá ser sometido a una nueva cirugía para extirparle otra “lesión” , que podría también ser cancerígena. En junio de 2011, Chávez fue operado de emergencia en Cuba de un tumor maligno. Este sábado, explicó el mandatario, le fue detectada otra “lesión en el mismo sitio donde fue detectado el tumor hace un año”.


Chávez –de 57 años– admitió haber viajado en secreto a La Habana este sábado, para realizarse análisis médicos de rutina. “Amanecí en Cuba el sábado, me hicieron todos los exámenes, de todos los signos vitales. En los exámenes se ha detectado una lesión en el mismo sitio donde fue detectado el tumor hace un año. Eso obliga a extraer esa lesión, a una nueva intervención quirúrgica.

 
Así que me operarán de nuevo , se verificará si tiene relación con el tumor anterior y se informará”, explicó el presidente. La noticia, agregó, esperaba darla el miércoles y no ayer, desde su estado natal de Barinas y durante la supervisión de una fábrica de camiones bielorrusos. “Pero como los rumores han ido creciendo me he visto obligado a adelantar la información”, dijo.
 
La primicia del viaje de Chávez a La Habana la había dado el domingo el periodista venezolano Nelson Bocaranda, quien también fue el primero, en junio de 2011, en informar que el presidente padecía de cáncer. De acuerdo a la versión de Bocaranda, Chávez había hecho grandes esfuerzos por disimular su enfermedad, a l punto de haberse sometido a un tratamiento sostenido con esteroides del cual no se han medido las consecuencias. El lunes, el periodista ratificó la noticia a través de su página en Internet www.runrun.es y señaló: “Varias veces he escrito (…) que el mandatario no ha hecho caso ni a médicos ni a familiares, y ni siquiera a su octogenario mentor Fidel Castro, en cuanto al reposo requerido para superar los estragos de la enfermedad y el devastador efecto de la quimioterapia”. Pero tanto estas informaciones, como otras publicadas esta misma semana en el diario O Globo de Brasil, fueron negadas por el Gobierno. Al hacer este nuevo anuncio Chávez se abstuvo de llamar “tumor” a la “lesión” que, según dijo, tiene un diámetro aproximado de dos centímetros . Fue parco en los detalles y una vez más, se negó a revelar qué parte de su cuerpo ha sido afectada por el cáncer ni en qué estadio de gravedad se encuentra. Desde que el presidente admitió su enfermedad, el 30 de junio de 2011, toda la información que gira alrededor de ella ha sido tratada como secreto de Estado y su tratamiento ha sido conducido por médicos cubanos para garantizar que así sea.
 
Hasta el momento, la información oficial indica que Chávez ya fue intervenido dos veces, en junio del año pasado: la primera, para tratarle un “absceso pélvico” y la segunda, para extraerle un tumor “del tamaño de una bola de béisbol” , según informó él mismo. También han sido públicos sus viajes a Cuba, entre agosto y septiembre de 2011, donde recibió tres de las cuatro sesiones de quimioterapia que le fueron recetadas.
 
En la evolución de la salud presidencial se cifra el destino de la “revolución”. En las elecciones presidenciales del 7 de octubre próximo, Chávez aspira reelegirse para un tercer mandato consecutivo de seis años, tras haber permanecido desde 1998 en el gobierno.
 
Aún en medio de su convalecencia, el presidente-comandante se ha negado a delegar el poder en su vicepresidente ejecutivo y su tren ministerial, y ha tachado de “traidor” a todo aquel miembro de su partido que siquiera haya pensado en sustituirlo en la presidencia o en la candidatura. Durante el inicio de este año, Chávez ha procurado mostrarse activo, vital, asistiendo hasta a tres actos públicos por día. Desde el 24 de julio de 2011, Chávez ha repetido que el cáncer había “desaparecido” de su cuerpo. Y luego, en octubre, al volver de su último chequeo médico en Cuba, afirmó: “Estoy libre de enfermedad, sin embargo habrá que seguir monitoreando cada cuatro meses para verificar el buen ritmo y la buena evolución de lo que fue una enfermedad”. Cuatro meses más tarde y en medio de este nuevo revés, dice estar “en condiciones de enfrentar esta nueva batalla”. A sus amigos y seguidores les pidió ayer que no se alarmen y a sus enemigos, que no se alegren “porque esta revolución tiene su impulso dado y nada ni nadie podrá detenerlo”.
 
Fuente: El Clarin
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